El comportamiento de los revestimientos cuando se les somete a esfuerzos externos motivados por estirado, flexión o impactos, condiciona su idoneidad para los fines previstos.
Un revestimiento diseñado para su empleo en la industria de revestimiento de bobinas, por ejemplo, debería tener aptitud para estirarse a medida que se va formando el sustrato y adquirir así la forma deseada sin que se dañe.
La deformación o el daño puede reducir la calidad de protección y la apariencia del revestimiento incluyendo el cambio de color, la adherencia, el brillo, etc
Un revestimiento diseñado para uso industrial debe ser capaz de soportar un nivel aceptable de impacto durante la vida del producto.
Para caracterizar la respuesta del alargamiento y a la deformación, se ha creado una serie de pruebas repetitivas y reproducibles.